Sorpresas

Hay veces que, cuando ya no lo esperas, aparecen sorpresas. Y te hacen un regalo en invierno. No lo hubiera acertado nunca. Creía que tenía el tema muy controlado y estudiado en profundidad. Por eso cuando me regalaron una correspondencia original de Jean-J. Saroïhandy, inédita, me quedé sin reaccionar. Me ha costado dos meses reponerme. Una carta desde Embún explicando los avances del viaje dialectológico por la Jacetania es un obsequio que conservaré en casa como una reliquia sagrada. Con su letra, esa que tantas horas, meses y años pasé transcribiendo. Es tener la visión desde el otro lado de la historia. No desde sus cuadernos de campo filológicos, sino de la cara humana y cercana. Palabras. Son los momentos que te recuerdan que los momentos bonitos de la investigación compensan los otros. Y vuelves a mirar como escribía ’Ordesa’, ’San Juan de la Peña’ o ’Jasa’ y sabes que la felicidad está escondida en los detalles. Y vuelves a soñar. Y pronuncias la palabra gracias.